Las expresiones utilizadas para referirse a la Ceiba contienen elementos múltiplos: Es La Ceiba bruja de la Lisa, La Ceiba Inconfundible, la Ceiba Sagrada, La Ceiba Prodigiosa, La Ceiba de la Paz, la Ceiba de la Protección, la Ceiba espirito de lo Sagrado. Iroko significa en las tradiciones afrocubanas el árbol sagrado donde se asienta el Egun, o sea los ancestrales. Es este nombre “Iroko – el espirito de lo sagrado: identidad de la comunidad de la Ceiba” el escogido para la producción del material gráfico que resultará del Taller realizado en el Centro Comunitario Paulo Freire, en el municipio La Lisa, La Habana, Cuba.
El taller de Cartografía Social inicio por las dimensiones de una descripción plural de la comunidad. Empezando por los llamados gremios de oficios como de los Carpinteros, Marmoleros, Zapateros, Costureras, Albañiles, Plomeros, Pintores de Brocha Gorda, Manicures, Peluqueros, Talabarteros, artesanos de la madera y también músicos, artistas plásticos, poetas, cantores. Uno de los destaques del debate fue el Proyecto Haralaya, realizado entre 1996 a 2007, que promovió en la comunidad de la Ceiba diferentes campos de actuación artística, de cuidados con la escuela, con los micro-vertederos, con los jóvenes, con la música, con la vivienda y también realizó peñas y actividades artísticas en cada domingo del mes alrededor de la Ceiba. En esos encuentros, estuvieran presentes artistas como Sindo Garay, que es de la comunidad de La Ceiba y a él rinden hasta hoy homenajes.
Alrededor de La Ceiba se encuentran las Casas Templos – Paleras, Santeras y Abacuás, además de tiendas de artículos religiosas. Ella es central para todas las prácticas sagradas y tradicionales de la comunidad. Todos los que la visitan deben dar vueltas en el sentido izquierdo, terminando en el hueco del árbol donde se depositan las ofrendas. El Cementerio de La Lisa, uno de los cinco existentes en La Habana, tiene a su frente cinco calles que confluyen para La Ceiba. Esa relación espacial, espiritual está presente en las narrativas sobre ambos.
El croquis elaborado por los 20 participantes del Taller representa ese territorio, además de plasmar las cosmogonías en narrativas que transmiten el sentido social y de pertinencia construido a partir de las relaciones con la Ceiba. El momento de construcción de las leyendas del croquis involucro la participación de varios artistas de las artes plásticas de la comunidad que buscaran representar el mundo en torno de ese árbol majestoso.
En los trayectos realizados por las calles de La Ceiba, hicimos entrevistas con pobladores entre ellos, el señor Carmelo (Manguara) con 53 años de haber recibido Santo, el más antiguo Santero y Palero de La Lisa. El señor Orestes, marmolero, es especialista en fabricar lapidas en toda Cuba. También entrevistamos a las dos únicas hijas de Oya. La primera de ellas es la Madrina de la Ceiba, Mirta Rojas, que nació en Matanzas y se declara Palera; resalto que es la única mujer de los cuatro iniciados por Mayaca de Pogolochi en el país. La señora Rosita es también Santera, con 35 años de haber recibido Santo. Su casa está construida frente al Iroko.
Ella habló de la importancia que tiene ese árbol en su vida, durante la entrevista: “Para mí,con mucho respeto, la Ceiba es lo más grande en la vida”.
El Taller fue organizado por la Casa Comunitária Paulo Freire, el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, el Proyecto Colectivo de Creación Artistica Trance, la Red Barrial Afrodescendiente y el Proyecto Nueva Cartografía Social.
Fue coordinado por los investigadores Bárbara Oliveira Souza (Universidade de Brasília/Projeto Nova Cartografia Social da Amazônia), Daniel Rodrigues Brasil (Universidade de Brasília y University of Britsh Columbia/PNCSA), Rosa Acevedo Marín (Univesidade Federal do Pará/PNCSA), Reginaldo Conceição da Silva (Universidade do Estado do Amazonas/PNCSA), Guillermo López (Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello), por la Directora de la Casa Comunitaria Paulo Freire, Maritza López Mc Bean y por los coordinadores del Proyecto Trance, Alfredo Sánchez Saavedra y Beatriz García Machado.
Texto: Rosa Acevedo Marín y Barbara Oliveira Souza
Fotos: Bárbara Oliveira Souza